El 24 de agosto a las 11.00 horas y el 31 a las 19.00 han sido convocadas concentraciones frente a la Delegación del Gobierno en Canarias y la Subdelegación de Tenerife, en coincidencia con sendos Consejos de Ministros en los que podrían anunciarse nuevos recortes, han informado dirigentes de los tres sindicatos en dos ruedas de prensa celebradas simultáneamente en las dos capitales del Archipiélago.
Los nuevos recortes que los sindicalistas temen que apruebe el Gobierno afectarían a las pensiones y a los servicios sociales, según José Ramón Rodríguez, de USO, y también a la ayuda de 400 euros que se destina a personas sin recursos tras agotar su prestación por desempleo en el marco del Plan Prepara, cuya concesión temen que se restrinja.
Ya que, después de semanas sin que se aclararan las dudas sobre si había intenciones de eliminar o mantener esa ayuda por parte del Gobierno, la forma en que se anunció que finalmente sí se prolongará les hace pensar que se va a producir un endurecimiento en las condiciones para acceder a ella, ha declarado David Mosquera, secretario general de UGT en Gran Canaria.
Mosquera ha animado a secundar las nuevas movilizaciones con el argumento de que las políticas aplicadas en España y las islas, encaminadas a reducir el déficit público a costa de recortar la inversión y el gasto social, conducen a una "depauperación de las condiciones de vida" y no favorecen la recuperación económica buscada, por lo que toda la sociedad debe rechazarlas.
En esa línea se ha anunciado que el 4 de septiembre se constituirá una "Cumbre Social" en Tenerife, que reunirá a organizaciones sindicales y ciudadanas en contra de los recortes de los derechos sociales y en demanda de un referéndum sobre las políticas económicas del Gobierno.
El 15 de septiembre habrá una gran manifestación en Madrid, en donde la "Cumbre Social" estatal constituida el pasado julio por 150 colectivos quiere reunir a más de un millón de personas, y en esa misma fecha se convocarán "macromanifestaciones" en las dos capitales canarias, anunciaron los sindicalistas.
Con estas protestas se quiere parar una política económica basada en aplicar "sucesivas vueltas de tuerca" a una sociedad que está "exhausta" ante el empobrecimiento de la clase media, "el paro desbocado" y el avance de la exclusión social, ha dicho Rodríguez.
"Ya no es sólo enfado, es un cabreo mayúsculo y una indignación sin límite de la ciudadanía" ante un empobrecimiento y un recorte de servicios que aún se puede parar pero que si sigue adelante será muy difícil de revertir, ha advertido este portavoz de USO.
En palabras de Reinaldo Medina (CCOO) y Raúl Bellas (UGT), es la ciudadanía la que tiene que recuperar el protagonismo para obligar a los políticos a aplicar una política que rescate a las personas y no a la banca,
"Tardaremos muchos años en recuperar los derechos, estamos a tiempo de luchar y de salvar algo, antes de caer en un pozo del que será muy difícil salir", ha declarado Bellas.
Los sindicalistas han alertado también contra el "fraude electoral y democrático" que, a su juicio, supone que el Gobierno haya aplicado políticas que contradicen abiertamente tanto el programa electoral con el que el PP ganó las elecciones y como el discurso de investidura de Mariano Rajoy.
Y, frente a ese fraude que denuncian, han avanzado que en sus nuevas movilizaciones volverán a exigir que el Gobierno consulte a la ciudadanía si respalda sus nuevas políticas en un referéndum, que David Mosquera ha recalcado que los colectivos integrantes de la Cumbre Social promoverán al margen del Ejecutivo si éste se niega a convocarlo.
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